Con una declaración en la House of Commons, George Osborne, está listo para comenzar el proceso de modificación de la normativa fiscal sobre el juego offshore. Éste hizo la misma declaración que John Penrose: que todas las empresas de juego que ofrecen apuestas para los jugadores británicos tendrán que conseguir una licencia del Reino Unido.
También parece que existen nuevas opciones fiscales en la Tesorería, que incluyen la imposición de una tasa del 15% a los operadores offshore que ofrecen apuestas a los jugadores del Reino Unido. Los líderes del mercado de apuestas son preparados para presionar por una reducción del impuesto en las ganancias brutas de un10%.
Los analistas de apuestas dijeron que el gobierno no puede cambiar la ley para aumentar los impuestos así como así, por lo que se cree que el movimiento inicial fue hecho por el Departamento de Cultura, Medios y Deporte, pintándose como una iniciativa de protección al consumidor.
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